Hace ya tiempo, allá por el 2013 a pocas semanas de iniciarse el verano, comenzó a gustarme una chica que se juntaba conmigo en los recreos, pero nunca dije nada. Con el paso del tiempo, ya en la piscina con mi buena amiga Laura, ella terminó preguntándome si me gustaba aquella muchacha y no tuve más remedio que decir lo evidente ya que siempre encontraba algún que otro parecido con la chica o hablaba de ella sin razón aparente. Por ningún motivo quería que Irene, la amiga en común con la otra chica, se enterara pero era algo inevitable debido al tiempo que pasamos juntos y pasaría lo mismo que con Laura. No me equivoqué en mis pensamientos, desde el momento que se enteró quiso que me "declarase" a la chica pero como yo sabía que nada había que hacer me negué.
Los meses fueron pasando hasta cumplirse un año desde que mis sentimientos comenzaron, los recreos fueron agradables ya que pasaba tiempo con ella y hablábamos, Irene en ocasiones se apartaba para que estuviéramos los dos juntos o a solas mientras el resto iba por delante, etc. Pero junio llegó y sabía que no iba a volver a verla hasta septiembre. Casualidades de la vida, me quedé solo en casa y en una junta que hicimos la invité. Jugarreta de mis amigas al irse a buscar algo para dejarnos a los dos solos durante un rato en mi casa y yo muerto de la vergüenza y con unos nervios increíbles. El tiempo pasaba y yo sabía que tardarían en llegar, tanto que hasta se me pasó por la cabeza besarla en dos ocasiones y que todo aquello terminara de una vez, que se enterase y pasara lo que tuviera que pasar, no obstante me contuve, la noche terminó y no supe nada de ti hasta meses más tarde.
Durante aquel verano de 2014 me enteré que era posible que no regresaras al instituto en septiembre, ya que no quería repetir por tercera vez el mismo curso y lo mismo lo dejabas, y aquello me hizo pensar, por una parte quería que regresaras para poder verte y seguir hablando, sin embargo por otra pensé que lo mejor era que no volvieras, así podría avanzar y olvidarte.
Septiembre llegó y cual fue mi grata sorpresa al recibir un WhatsApp tuyo diciéndome que volveríamos a estar juntos en los recreos porque finalmente sí regresabas al instituto. Aquello lógicamente me alegró bastante pero no podía sentir que todo volvería después del verano tan bueno que había tenido. Sin embargo tu sin saberlo me pusiste la situación bastante fácil, entre unas cosas y otras apenas ibas a clase y no te veía, por lo que olvidarte era más sencillo, pero como era de esperar ya regresaste de una.
Las semanas iban pasando hasta llegar noviembre. Irene estaba informada de que no quería saber cosas tuyas pero estaba tan cabreada que decidió contarme la idea que tuviste de liarte con un chico que a ella le molaba aunque no fuera a hacer nada con él por otras circunstancias, porque fue un tonta la verdad, y decidió darte carta blanca aún molesta. Una semana más tarde me contó algo pero yo ahí estuve ingenuo y no sabía realmente lo que pasaba hasta el día siguiente, el día que se cambió todo.
En qué mala hora vino de visita una compañera del curso anterior y bajé para verla en el recreo, allí fue cuando te vi con tu ligue y no tenía intención de decirte nada, pero ya que saludaste por educación te saludé, aunque con un tono bastante seco por la sorpresa y el desconcierto de verte de la mano con el otro. Fue entonces cuando hablé con mi amiga para ver qué estaba sucediendo y fue cuando me aclaró lo que me dijo horas antes. Debía pesarte la virginidad porque es el único motivo que le encuentro visto lo visto.
Tras aquellas revelaciones me sentí realmente mal, no era lo mismo oír que te liabas con unos y con otros a tener que verlo, de la otra manera podría desactivar la antena y pasar pero así no había manera. Aún recuerdo aquel día, aquella tarde con Irene sobre si tenía que decírtelo o no y decirte ella también lo molesta que estaba por lo que le pediste. Quería que pasaran los exámenes para así no pensar en nada más y no alterarme, pero de nada servía, por lo que decidí que te lo contase ella ya que yo no me sentía en aquellos momentos capaz de hablar contigo.
La caja de Pandora o el cajón de mierda se abrió. A día de hoy siento que aún no sé todo lo que te dijo Irene, o quizás es que fuiste así de fría como has demostrado ser, y sé que ella no te contó lo furiosa que estaba con su propio tema pero bueno. Me vino muy bien estar aquel fin de semana solo en casa. Días más tarde ya sentí que era mi obligación hablar contigo y es cuando todo comenzó a ir de mal en peor. Comenzaste con que aquel día que por primera vez os vi juntos había sido borde y yo lógicamente lo negué, encima no me ibas a decir que había sido un maleducado. Íbamos a hablar cara a cara pero resultó que no te presentaste, llegaste tarde y decidiste quedarte en otro sitio con otra chica, cosa que ya me cabreó bastante, pero el hecho es que ni siquiera tuviste la poca decencia ni de saludarme mientras yo sí lo hice a pesar de estar enfadado, por lo que decidí largarme y dar el asunto por zanjado, si no querías hablar no me iba a arrastrar yo. Tampoco me valía la escusa de que tenías una crisis de ansiedad porque no colaba, si no podías decirme un triste hola tampoco estabas para hablar con el resto de personas, pero eso sí que podías.
Otra sorpresa días más tarde la que me llevé al ir a abrir una conversación de WhatsApp con una persona y ver que no me salía ni tu foto ni tu estado, por lo que no tardé en preguntarle a Laura si a ella le salías con foto y sorprendentemente la respuesta fue afirmativa. No tardé en comentarlo con nuestra amiga en común y ella tampoco salía de su asombro y te lo comentó, sin embargo tu le pusiste la escusa patética de que te habías cambiado de móvil y se te habían perdido números. Demasiada casualidad que de todos lo que tenemos en común el único que se te perdió fue el mío, pero ni siquiera lo pediste nuevamente.
Ya por aquel entonces estaba bastante molesto, me enteré que habías estado por el barrio y si Irene quedaba con tu ligue tu estarías presente, por lo que yo bajaría, pero por suerte aquel día no bajaste y me alegré, porque no hubiera reaccionado bien, lo mismo me habría hundido o hubiera soltado toda la rabia que había en mi interior.
No entendía en absoluto tu comportamiento, se suponía que el que tendría que estar bastante molesto, dejar de hablar, etc, etc, era yo, sin embargo fuiste tu, cuando desde el inicio al enterarte le dijiste a Irene que podríamos seguir siendo amigos como siempre. Ahí se demuestra que eres una vil MENTIROSA y FALSA. Yo sabía perfectamente que las cosas cambiarían una vez te enterases pero en la vida me podría imaginar que cambiarían para tanto.
Las navidades pasaron y yo ya ni me molestaba en bajar en los recreos, no me apetecía verte en absoluto. Aún recuerdo un día en clase cuando un compañero entró y me dijo que estuviste dando amor con el otro en la puerta de mi clase y mirando, debía de ser para ver si yo salía y os veía, ahí se demuestra la clase de persona que eres.También recuerdo a la perfección un día que vi a Irene contigo, tu ligue y otra chica, pero vosotros dos estabais besándoos y no me escuchaste saludar, sin embargo luego tu no dijiste nada. Otros días para el recuerdo fueron cuando tu me veías llegar y te girabas para no saludarme ni verme. Y luego queda porque el que no tiene educación soy yo cuando es totalmente alrevés la situación.
Aún recuerdo aquel 15 de febrero de 2015, reunidos Irene, Sara, Laura y yo celebrando el cumpleaños de la segunda en mi casa cuando nuestra amiga comunicó que te habían dejado, la sonrisa que se me dibujó en la cara fue enorme al igual que sonora fue la carcajada que solté. Ahora iba a ser con motivo el malo de la situación, si te veía no iba a ocultar mi sonrisa al saber que te habían dejado, iba a ser mi pequeña venganza y lo iba a disfrutar enormemente, para qué mentir.
El cumpleaños de Irene llegó y tu finalmente fuiste, a pesar de que las cosas con ella no estaban del todo bien por temas vuestros. A mí sinceramente me molestó, pero la verdad es que luego me lo pasé realmente bien porque aquella noche volví a ser el malo con motivo, y volví a gozarlo enormemente. Tu entrada en escena fue realmente desconcertante, todos nos quedamos a cuadros, después de varias semanas sin dirigirme la palabra llegaste y me saludaste con dos besos. Sin embargo el denominado Eje del Mal entramos en acción, tu EX ligue supuestamente no iba a venir, pero éramos varias personas las que quizá queríamos verte mal que le dijimos a otra amiga que le dijera de ir y así fue, te dimos la noche, la cara de culo y desconcierto cuando le viste llegar fue bastante interesante. Tu intentaste estar junto a él en todo momento seguramente con la esperanza de que él volviera a tu lado, pero le agobiaste tanto que no le interesaba la oferta. Aquello provocó que tu te fueras y me alegré enormemente, verte con aquella cara de disgusto durante el rato de karaoke fue muy bueno la verdad, allí sola y marginada, seré malo por alegrarme pero ya que siempre me toca serlo pues lo sería con motivo. Si por algo me arrepentí en aquel momento fue porque otras dos chicas tuvieron que irse contigo al quedarse en tu casa, pero visto el comportamiento que tienen actualmente de cruzarse cara a cara y no decirme nada ahora mismo me daría igual.
Por suerte tras aquel cumpleaños escasas fueron las veces que volví a verte en los siguiente meses, ya que yo terminé justo a la semana siguiente y no regresé al instituto hasta finales de septiembre, casi un año después de que te enterases, y te vi por allí algunas veces pero ya somos como dos completos extraños.
Sinceramente nunca me imaginé que todo esto pasaría, pero sin embargo así han sido las cosas. Ahora yo estoy muchísimo mejor, ha pasado tiempo suficiente y estoy en otra etapa de mi vida. Quizá hoy por hoy hubiera actuado de otra manera y las cosas no habrían sido iguales. Pero si de hay algo de lo que estoy realmente contento es de que estés fuera de mi vida, ya que has resultado ser una mala persona.